LA VIOLENCIA PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS SOCIALES
Supe que iba a haber una mesa redonda en la Primera Iglesia Bautista de San Salvador y fui. Participaron: Un cura, Don Roger Velásquez – Pastor de la 1ª Iglesia Bautista, Un Médico miembro de la iglesia local y Don Eliseo Hernández Echegoyén, pastor de la Iglesia MCC de San Salvador. El tema era LA VIOLENCIA PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS SOCIALES. La posición del cura fue mediocre: Se basó en unas encíclicas y el Papa. Aceptó el hecho que los evangélicos sabemos más de Biblia que ellos. El médico dijo que es necesario del cristiano estar metido en la revolución. Dijo que no era posible que el cristiano viendo toda la injusticia social del momento se quedara de brazos cruzados sin hacer nada. El pastor bautista sostuvo otra posición que no se la pude comprender bien. Un poco parecida a la del médico. La última posición fue el don Eliseo, pastor de la MCA central. Dijo no estar de acuerdo con la violencia. Dijo: Los verdaderos cristianos de la iglesia primitiva no se involucraron en nada parecido. Tengo pensado escribirle para felicitarle por su posición tan recta y llena de amor cristiano. Levanté la mano para hablar pero no me la dieron la palabra. Mi posición era esta: Quisiera exponer el hecho de que antes, como piensan muchos revolucionarios pensaba yo. Tenía como lo tengo el entusiasmo por leer las sagradas escrituras y meditaba yo como era posible que un Dios justo permitiera todas estas anormalidades como es la explotación del hombre por el hombre. Yo leí la Biblia y pedía a Dios hallar la respuesta a mi incógnita: “ So presión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieras en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el Alto vigila otro más alto, y uno más alto esta sobre ellos” Eclesiastés 5 : 8.
¡Partido ¡… ¡Out side ¡…no había más para donde ir en mis pretendidos ideales. Con esta porción dejé de pensar en querer solucionar esos problemas. ¡Se los dejo a Dios¡
En la Cruzada Evangélistica de Luis Palau – Argentino- en la iglesia Centra de la IMC acepté a mi Señor . 15 Marzo de 1970 . Asistí a la campaña de Luis Palau, sin embargo no acepté en el Templo sino aquí en el cuarto donde vivo. Estaban pasando un programa de control remoto y yo hice la oración con el predicador y despues sentí algo fenomenal… ¡sin nombre…Una felicidad se apoderó de mí y me sentí el hombre más feliz de la tierra. Sentí descargar algo de mi cuerpo y mi alma cargaban día y noche desde que nací: mis pecados. Esa noche dormí seguro. Seguro de mi mismo. Al día siguiente le conté mi decision a un evangélico que trabajada donde yo lo hacía también. Faltaban 15 días para mi graduación como Contador. Ya no asistí pues Cristo había establecido una fiesta eterna en mi corazón.
Bien, ya evangélico, ya lavado con la sangre de Cristo, mucho menos que iba a tratar de arreglar las cosas con violencia cuando Dios me ha enseñado que el amor es la solución. El dio el ejemplo dando muriendo en la cruz del calvario para soluciona la injustica de los hombres: el pecada.” He aquí todas las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas”. ¡Todas’, aun mi forma de pensar. Recuerdo aquel pasaje cuando Judas le dice a Cristo que con el perfume que una mujer le había rociado, bien podrían vender y darles el dinero a los pobres. Jesús le respondió que a los pobres siempre los tendría. Se haga o no se haga revolución siempre estarán los explotados.
El problema no esta en el sistema de vida, sino en el corazón del hombre que está podrido a causa del pecado. El único sistema político cuando no habrá injusticias sociales y explotación del hombre por hombre será en el reino glorioso de Jesucristo. Por ese peleo yo, no usando la violencia sino el AMOR.
“Deja que los muertos entierren a sus muertos”. En nuestros días será dejar que los hombres hagan sus revoluciones. El Señor a nosotros nos ha dicho: “Sígueme”… No podemos volvernos a ir a hacer revolución y después volver, pues cuando volvamos será la gran Tribulación en entonces el Anticristo será el explotador.
No debemos ser indiferentes tan poco a los problemas de nuestros días. Por supuesto que no estoy de acuerdo con las injusticias de nuestros sistemas de vida. La Primera solución que yo hallo es la ORACIÓN. La Biblia nos manda a orar por nuestros gobernantes y yo voy a orar por mi presidente para que Dios le cambie el corazón. También debo compartir con mi hermano necesitado: “el que tenga dos túnicas dé una arquee no tiene…” Reconozco que no lo hacemos.
San Salvador. 1971.-
Escrito por:
ENRIQUE BARILLAS
Egresado de la Escuela Nacional de Comercio, ENCO. 1969
Egresado del I.B.B., 1977
Egresado del ISUM, 1978
Licenciado en Educación Cristiana
Pastor de Iglesia España, mejicanos
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